Un día como hoy, hace exactamente veinte años, Diego Armando Maradona estuvo al borde de la muerte, exactamente un 4 de enero del 2000, el astro del fútbol mundial ingresó a un hospital de Punta del Este, Uruguay, en estado crítico debido a su adicción a las drogas.
“Doctor, no logramos que se despierte”.
Quien dio el alerta fue Guillermo Coppola. El doctor Jorge Romero recibió el desesperado llamado del apoderado y amigo de Diego Maradona.
—Doctor, hay alguien del otro lado del teléfono que está pidiendo que le prestemos un aparato para medir la presión.
—Hola, soy el doctor Jorge Romero. ¿Me puede contar lo que pasa?
—Acá, Guillermo Coppola. Estoy con Diego Maradona, que duerme hace dos días. No logramos que se despierte.
—Pero si está durmiendo hace dos días no está durmiendo, está en coma.
En una entrevista exclusiva con Teleshow, el médico recordó en detalle la conversación que mantuvo con el empresario cuando se comunicó con el Policlínico La Barra, de Uruguay, pidiendo asistencia para Diego Maradona.
Tras el pedido de “mayor cautela posible”, Jorge Romero manejó su auto los casi 30 kilómetros que separaban al hospital de la chacra en la que se encontraban. “Diego tenía una crisis hipertensiva y una arritmia ventricular. Además, dejaba de respirar durante lapsos de cinco o seis segundos. Estaba muy grave en serio. ¡Se estaba muriendo!”, detalló el profesional.
Tras una especie de negociación con Coppola, quien se negaba rotundamente a que Diego fuera internado, acordaron trasladarlo de inmediato al hospital. “Si no lo internábamos, se moría en unas horas. Tampoco podíamos esperar una ambulancia porque iba a tardar mucho, y no teníamos tiempo”, continuó el médico.
Finalmente, Maradona, Coppola y Romero se dirigieron al Policlínico La Barra en una camioneta, luego de que otras dos personas ayudaran a subir al vehículo al ex jugador (que por aquel entonces tenía un importante sobrepeso), todavía inconsciente.
“Diego está un poco fastidioso porque se quiere ir, pide de comer y por suerte se le ve físicamente deshinchado. Todos esos son buenos síntomas -le dijo en ese entonces Coppola a la prensa, intentando minimizar la situación, y justo antes de prestarse a declarar en el departamento de policía-. Lo que sucede es que por las Fiestas comió muchos asados, hizo desarreglos y, como además está excedido de peso, hizo este pico de hipertensión”.
Finalmente, una vez que se hizo pública la noticia, se informó que había droga en el organismo de Maradona. Los análisis arrojaron clorhidrato de cocaína en sangre y orina del ex futbolista. Además, se supo que el consumo de droga había generado la crisis de hipertensión arterial y la arritmia ventricular.
Cerca del 20 de enero Maradona fue trasladado a Buenos Aires, y poco después siguió su tratamiento de rehabilitación en Cuba.
Cabe recordar que el 4 de enero de 2019, justamente a 19 años de aquel incidente en Punta del Este, Diego Maradona fue internado, pero le dieron el alta horas después. Los médicos le detectaron un sangrado estomacal mientras le realizaban estudios de rutina en la Clínica Olivos.
Desde el entorno del “Diez” le afirmaron a Infobae que el entrenador de 58 años tenía programados unos chequeos médicos, entre los que estaba una endoscopía debidoa su operación gástrica. Los mismos aseguraron que la pérdida relacionada con las viejas intervenciones de cinturón gástrico no fueron de gravedad.
Matías Morla, abogado y apoderado de Pelusa, había comunicado la continuidad del director técnico al frente de Dorados de Sinaloa, en la Segunda División del fútbol mexicano. En su mensaje, Morla había informado además sobre los estudios médicos que se iba a realizar Maradona. A Diego lo acompañaron sus hermanas y sus hijos Gianinna, Jana y Diego Jr.