A sus 42 años arribó este día el astro del fútbol brasileño, Ronaldinho, quien nació un  21 de marzo de 1980 en Porto Alegre, en el estado de Rio Grande do Sul, en el seno de una familia de clase media. 

Su hermano mayor, Roberto, era un jugador profesional que jugaba en el equipo Cruzeiro. Por eso, su padre decidió hacer de su hijo menor un gran jugador, y se entusiasmó en entrenarlo.

A la edad de 13 años, Ronaldinho, que en ese momento jugaba en el equipo juvenil de Gremio, se hizo famoso después de anotar 23 goles en un partido contra un equipo local. Para ser identificado como un jugador joven, le espera mucho en el futuro.

En 1998, el joven Ronaldo fue ascendido al primer equipo de su club Gremio y esperó hasta la próxima temporada para tener su oportunidad a la edad de 18 años, anotando 22 goles en 47 partidos.

Firmó un contrato secreto con el Paris Saint-Germain antes de finalizar su contrato con el Gremio, y esto fue lo que hizo que la afición se revelara contra él hasta finales del 2000, aunque su equipo hizo todo lo que estuvo en sus manos para anular este acuerdo, pero Ronaldinho finalmente los dejó.

Ronaldinho esperó hasta el 4 de agosto para participar en su primer partido como suplente con la camiseta del PSG, y pasó la mayor parte de la primera mitad de la temporada como jugador suplente antes de explotar y marcar 4 goles en cuatro partidos consecutivos, y continuó.

Fue uno de los jugadores más destacados del equipo, sin embargo, el técnico parisino Luis Fernández se quejó de que Gaucho se concentraba demasiado en las noches parisinas y de su falta de disciplina durante sus vacaciones en Brasil porque no regresa en el plazo fijado para él.

A pesar de estas diferencias, Ronaldinho recibió la camiseta número 10 con la que jugó en una temporada que, en opinión de muchos, no fue tan destacada como la primera.

Los parisinos terminaron undécimos en la clasificación de la liga francesa, y perdieron la final de la Copa de Francia ante el Auxerre 1-2 en los últimos momentos. El brasileño declaró abiertamente que quería irse.

En 2003, el presidente del Barcelona, ​​Joan Laporta, realizó una rueda de prensa en la que prometió fichar a uno de los tres jugadores, David Beckham, Thierry Henry o Ronaldinho, pero el primero prefirió irse al Real Madrid, mientras que el segundo renovó su contrato con el Arsenal y el tercer sueño se hizo realidad y fichó al astro brasileño con los blaugranas por 21 millones de euros.

Su primer gol en la Liga española, llegó ante el Sevilla, pero Ronaldinho se lesionó en la primera mitad de la temporada, lo que hizo que el Barça cayera al puesto 12 de la clasificación general de La Liga.

Pero con el regreso del jugador marcó 15 goles, que contribuyeron al segundo puesto de su equipo, y marcó el gol de la victoria ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, que es la primera victoria del Barcelona allí en siete temporadas.

Ronaldinho fue coronado como el mejor jugador del mundo por su brillo y desempeño inimaginable, y llevó al Barcelona a ganar el título de la Liga española por primera vez en el nuevo siglo. 

A fines de 2005, Ronaldinho había ganado una gran cantidad de premios individuales y fue votado como el mejor jugador del mundo por segunda vez consecutiva, y ganó el prestigioso premio Balón de Oro por única vez en su carrera. 

El rendimiento de Ronaldinho fue testigo de un fuerte declive después de que comenzó a enfocarse en las noches y los entrenamientos imprudentes. Ronaldinho llegó a un acuerdo oficial para unirse al AC Milan luego de 5 años en Cataluña.

No fue convocado para la selección de Brasil para el Mundial 2010, y parece que ese fue el principio del fin para el genio que aún no había cumplido los 30 años.

El 11 de julio de 2015, Ronaldinho regresó a su tierra natal y anunció un contrato con el Fluminense por año y medio, pero solo pasaron dos meses de contrato, en los que disputó 9 partidos, y rescindió su contrato por vergüenza. Su deteriorado nivel, pues creía que no le daría la incorporación deseada por su parte.

El final de una carrera que no estuvo acompañada de un alboroto como el que estaba acostumbrado en su vida.

Por Ericka

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