***La Tigra abastece de agua a la capital y su zona de amortiguamiento debe ser reforestada y no talada dicen ambientalistas

***Se ha deforestado más de 900 manzanas de tierra para construir casas lujosas, hoteles y hasta centros comerciales

Tegucigalpa: pobladores de Valle de Ángeles, El Hatillo y La Tigra, protestaron este jueves en contra del proyecto habitacional llamado Bosques de Santa María, el cual según los manifestantes y ambientalistas se ejecuta en la zona de amortiguamiento de la reserva biológica de La Tigra.

Los afectados mostraron en los bajos del Congreso Nacional pancartas con frases como “nuestro oro es el agua”  “si toma agua tome conciencia”.

Anteriormente el presidente de las Juntas de Agua, de esa zona  Manuel Amador, manifestó estar preocupado por la construcción de esa residencial en la zona del Parque Nacional La Tigra.

Denunció que la Alcadía Municipal y la Secretaría de Ambiente otorgaron el permiso para la construcción de este proyecto, obviando la licencia del Instituto de Conservación Forestal (ICF) que no permitía llevar a cabo la obra por las consecuencias graves que este mismo le puede causar a la cuenca de El Picacho.

No obstante el Secretario de Mi Ambiente José Galdámez dijo al respecto que la zona donde se ejecuta la obra es una zona privada que no implica un impacto ambiental.

Por su parte La Fiscalía Especial del Medio Ambiente (FEMA) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC),  secuestró expedientes en la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Mi Ambiente) por posibles anomalías en la ejecución del  proyecto habitacional

Para investigar si los desarrolladores del proyecto cuentan con los requisitos y la licencia ambiental para la construcción del complejo, en la zona donde ya se han talado unas 900 manzanas de tierra, aseguran los pobladores, del área.

El proyecto habitacional  abarca La Tigra y El Picacho desde el kilómetro 4 de la carretera a Valle de Ángeles a la atura de El Chimbo. Acción que ambientalistas reconocen como un crimen ambiental.

En una zona que se considera un pulmón de la capital que abastece de agua potable a un 30 por ciento de los capitalinos, donde en vez de talar los árboles más bien el gobierno debería sembrarlos sostuvo dolores Valenzuela miembro de la fundación Amigos de la Tigra.

 

 

 

 

 

 

 

Por Elizabeth

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