Honduras, Comayagua, Taulabé: Las impresionantes Cuevas de Taulabé ubicadas en el departamento de Comayagua, fueron descubiertas en 1969, consideradas un monumento natural de Honduras y que en 1972, acaparó la atención mundial porque en ellas estuvo escondido el aeropirata hondureño Frederick William Hahneman, quien secuestró un avión en EE.UU. y saltó en paracaídas en la región caribeña de su país con 303.000 dólares, pero que luego de varios días por recomendación familiar, decidió entregarse a las autoridades Norteamericanas.

Cuevas de Taulabé

Aeropirata hondureño, Frederick William Hahneman

Muchos comentan que en su interior podría encontrarse un tesoro escondido equivalente en dólares propiedad de Hahneman, pero hasta el momento no se ha encontrado nada.

Según apuntes históricos, Taulabé es un vocablo indígena que significa «Encuentro de caminos» o «Camino del jaguar», y fue descubierta en 1969 cuando una compañía de Israel trabajaba en la construcción de la carretera del norte, esa carretera pavimentada que entonces se construía en Honduras, era para unir a las dos ciudades más importantes del país centroamericano, San Pedro Sula y Tegucigalpa.

Esta cueva es parte de las 24  de origen natural ubicadas  en el municipio, se desconoce la longitud total de ésta, se ha llegado a calcular que la misma tiene unos 11 kilómetros de profundidad, está acondicionada para recibir a los turistas de una manera segura durante los primeros 700 metros, de ahí en adelante es trabajo de los espeleólogos estudiar sus secretos.

En su interior tiene un juego de luces que le dan un escenario espectacular y mágico el cual se une con un silencio misterioso, el visitante al realizar el recorrido en la misma, va viendo figuras como una que se asemeja a un tiburón con su boca abierta y sus dientes; una «madre con el niño», «la nariz del indio», un «Buda», el «ala del ángel», colgante, de la que hay quienes afirman que puede pesar unas cuatro toneladas, y una «sotana del papa», entre otras curiosidades.

Antes de ingresar a las cuevas, al costado izquierdo de la entrada sobresale un «sombrero», formado por una estalagmita, estudios demuestran que en las culturas indígenas precolombinas las cuevas no solo eran un refugio o habitación, sino que también tenían una connotación religiosa ya que las consideraban una puerta al Ultramundo, donde vivían los muertos, los monstruos y los dioses de la oscuridad. Muchas veces se encuentran vasijas u otras ofrendas fúnebres depositadas por los dolientes de algún difunto, uno de estos hallazgos fue registrado en el video documental “Joyas de la Oscuridad” que se puede encontrar en el Centro de Recursos Audiovisuales de la UNAH. Como muchas cuevas, el interior de Taulabé es húmedo y caluroso.

Por Ericka

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