Enclavado entre verdes montañas, se encuentra el pintoresco pueblo de Santa Lucía, a tan solo 10 kilómetros de la ciudad de Tegucigalpa.
Al llegar lo primero que experimenta el visitante es el fresco clima que se mantiene todo el tiempo, por lo que es uno de los sitios preferidos por personas amantes del frío.
La famosa laguna es uno de sus tantos atractivos y se encuentra justo en la entrada del pueblo, ahí los turistas pueden dar paseos en canoa y observar los patos y cisnes que nadan con sus crías.
Pero si va en busca de comida, ahí mismo están ubicados los restaurantes y locales que ofrecen comida típica y ventas de pupusas, enchiladas entre otras delicias culinarias.
Una de las opciones para disfrutar la visita a este pintoresco lugar es sin duda realizar una caminata por el pueblo, para observar la bella arquitectura y topografía.
Santa Lucia fue creado a principios del siglo XIX como un pueblo minero, sus calles y callejones empedrados y casas muy bonitas nos recuerdan tiempos pasados.
Pero si el turista desea visualizar el pueblo desde las alturas, debe subir al mirador desde donde se divisa el poblado y hasta las montañas que lo rodean.
Desde ahí se puede deleitar con los bellos atardeceres que nos brinda el sol antes de esconderse, y disfrutar el aire fresco sobre todo cuando el clima está mas frio.
La iglesia católica es otro de los atractivos principales del pueblo, con una arquitectura colonial típica de todos los pueblos mineros del país.