Vida y Belleza: el perfume o loción, es considerado como un lujo para muchos, no obstante su uso se remonta a la edad de piedra cuando los hombres de  esa época quemaban maderas aromáticas cuando realizaban rituales.

Pero fueron los egipcios quienes lo elaboraron  de manera artesanal para el uso en el cuerpo,  ellos lograron combinaciones extraordinarias de olores.

Según la historia los faraones eran los que más utilizaban las lociones para mantener  aseado su cuerpo, creían que eso seducía y hasta curaba enfermedades, en las tumbas se les colocaban sus perfumes favoritos.

Posteriormente se industrializo la producción de lociones, debido al descubrimiento del alcohol en el siglo VIII y se mesclo con aceites, resinas y otros elementos que afinaron el producto.

El primer perfume famoso elaborado con alcohol fue una crema llamada Agua de la reina de Hungría, que debe su nombre por ser el predilecto de la princesa húngara Isabel, a principios del siglo XIII.

Pero en la edad antigua Los griegos, que consideraban el perfume como un don de Venus, usaban un aroma diferente para cada parte del cuerpo: menta para los brazos, mejorana para los cabellos, aceite de palma para el pecho, tomillo para las rodillas y aceite de orégano para las piernas y los pies, entre otros.

El primer perfume elaborado con fines comerciales data del siglo XIV, y se conoció en aquel entonces como Agua de Reina o Agua admirable, nombres que le dio su creador, el químico y comerciante italiano Juan María Farina.

Precisamente, de todas las fragancias existentes en la actualidad, la más antigua es el «Agua de Colonia 4711″, creada en 1796 y considerada a su vez el primer perfume unisex del mundo. Entre los famosos de la historia que lo usaron figura Napoleón I y su amada Josefina de Beauharnais.

Según el novelista Alejandro Dumas (hijo), por esa época todo el mundo se bañaba en perfumes excepto, los filósofos, que preferían diferenciarse por su mal olor, aunque muchos de ellos sucumbieron también en la tentación de usarlos.

Los aromas orientales son los más sensuales y están compuestos por el patchouli y el almizcle. Tienen un perfecto equilibrio entre las flores y las especias, e imparten un aire místico.

Hay quienes afirman que saber perfumarse es todo un arte y aconsejan echarlo en aquellas zonas del cuerpo donde los latidos son más intensos, como por ejemplo, las muñecas, los tobillos, las sienes, los lóbulos de las orejas y el busto, ya que el calor del cuerpo activa su fragancia y la hace más duradera.

 

Por Elizabeth

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