Aunque parezca mentira los pensamientos y emociones afectan la salud física debido a los conflictos sociales y económicos que atraviesa el ser humano en el diario vivir.

Es frecuente observar casos de estrés crónico y otras manifestaciones y dolencias debido al mal manejo emocional. Por ende en los actuales momentos, difundir herramientas de manejo emocional es necesario.

Resulta fundamental el poder reconocer la emoción, vivencias y cuáles son sus efectos en la salud. Sea cual sea, tú tienes la potestad de decidir cómo te afecta. Las emociones deben vivirse a cabalidad, porque son ellas las que nos aportan los aprendizajes.

Se debe reconocer que las emociones son el resultado de los pensamientos y que una vez que se genera una emoción, ésta afectará la forma de pensar, ya que hay una estrecha relación entre ambas, por tal motivo es necesario mantener la calma en situaciones de conflictos y confiar en el ser Supremo (Dios), que él tiene en control todas las cosas.

El precio de tener una actitud negativa ante los problemas

Las actitudes negativas y los sentimientos de impotencia y desesperanza pueden crear estrés crónico, el cual altera el equilibrio hormonal del cuerpo, agotando los químicos cerebrales necesarios para la felicidad, destruye el sistema inmunológico y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes.

Además, disminuye nuestra capacidad productiva, al afectar la memoria y la precisión. El estrés crónico acorta la esperanza de vida. (Está demostrado que el estrés acorta nuestros telómeros, las “tapas finales” de nuestras cadenas de ADN, lo que nos hace envejecer más rápidamente).

La cólera mal manejada o reprimida (hostilidad) también está relacionada con una serie de condiciones de salud, como la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares, los trastornos digestivos y las infecciones.

Beneficios de tener una actitud positiva ante los problemas

Las emociones positivas amplían nuestra perspectiva del mundo, inspirando así más creatividad, y permitiéndonos tomar decisiones acertadas. Si se mantienen y fortalecen con el tiempo generan una resistencia emocional duradera y floreciente.

La positividad produce beneficios físicos y emocionales, como: mayor recuperación del estrés cardiovascular, mejor sueño, fortalecimiento del sistema inmune y una mayor sensación de felicidad general.

Las actitudes positivas como la alegría, la gratitud, el temor, el amor, el interés, la serenidad y el amor, tienen un impacto directo en la salud y el bienestar. Todo lo cual podemos desarrollarlo nosotros mismos con la práctica.

 

Por Ericka

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