Hoy en día tener una buena personalidad es uno de los factores más importantes en el ser humano pero ¿Qué pasa con aquellos que aparentemente carecen de ésta?

Para ello un grupo de psicólogos revisaron estudios aplicados a un grupo de personas y concluyeron que casi todas las terapias son útiles para modular rasgos del carácter.

Pero se cree que muy pocos psicólogos están dispuestos a discutir hoy en día el tema de los rasgos de personalidad que es lo que determina en gran medida el éxito que se tendrá en las relaciones personales e incluso en la salud física.

Pero en lo que no se han puesto de acuerdo es si se está condenado a tener esa personalidad negativa o si es posible obtener cambios positivos en la misma a través de distintas terapias.

En un intento por resolver el asunto, Brent Roberts, Jing Luo y Daniel A. Briley, de la U. de Illinois, en compañía de Philip Chow, de la U. de Virginia; Rong Su, de la U. de Purdue, y Patrick Hill, de la U. de Carleton, se dieron a la tarea de revisar más de 20.024 estudios psicológicos; De ellos se quedaron con 207 y aplicaron un robusto análisis estadístico para tratar de sacar algunas ideas en limpio.

Las conclusiones de su trabajo, publicadas por la Asociación Americana de Psicología, contienen algunas buenas noticias para todos aquellos que día tras día luchan contra algunos rasgos perjudiciales de su personalidad o enfrentan situaciones difíciles, como depresión, ansiedad o desórdenes alimenticios.

“La respuesta a la pregunta de si la personalidad puede cambiar es sí”, explicaron, “y no sólo en las primeras etapas de la vida”. Tanto en las primeras etapas de la adultez como en la mitad de la vida, y aún en la tercera edad, se producen cambios modestos en la personalidad. Un problema es que estos cambios en aspectos importantes, como la autoconciencia, se producen cuando ya es un poco tarde para sacar ventaja de ellos.

Ante ese panorama, los psicólogos se preguntaron qué tan efectivas resultan las intervenciones y los tratamientos como la terapia cognitiva y la terapia farmacológica, prácticas como psicoterapia y muchas otras.

Los resultados son alentadores, pero deben interpretarse con moderación. Los 207 estudios evaluados apuntan a que las intervenciones sí generan un cambio en las personas sometidas a ellos, entre las distintas terapias no se detectó una gran diferencia. En general, todas mostraron signos de cambio, salvo las hospitalizaciones, en las que no se percibió ningún resultado.

La característica que más se modificó en las personas fue la estabilidad emocional y las menos alterables fueron la franqueza y la sinceridad.

En cuanto al tiempo que debe durar la intervención para provocar un cambio, los autores del trabajo señalaron que las intervenciones muy cortas, de días, no generaron cambios. El tiempo de intervención que produce los resultados más notables oscila entre cuatro y ocho semanas.

 

Por Ericka

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