Internacionales: América Latina y el Caribe es la región más desigual del mundo en la distribución personal del ingreso, con un coeficiente de Gini promedio de 0.5, por encima del África Subsahariana, aseguro la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena.
La funcionaria se refirió al tema durante una conferencia realizada este jueves en la ciudad de México, donde también instó a apostar por un nuevo estilo de desarrollo más sostenible, que ponga fin a la desigualdad imperante en la región.
En ese contexto precisó que alcanzar un nuevo estilo de desarrollo no es una propuesta técnica, sino una tarea política que requiere, entre otras medidas, de una dirección clara y de cambiar la conversación entre el Estado, el mercado y la sociedad.
“Necesitamos un nuevo conjunto de instituciones y coaliciones que promuevan las políticas a nivel global, regional, nacional y local”, puntualizó.
Según Bárcenas, mantener altos niveles de desigualdad implica resignarse a mayores tasas de pobreza y añadió que en la región la pobreza tiene rostro de mujer.
Otros problemas derivados de la desigualdad en América Latina y El Caribe implica también, que 33% de latinoamericanos y caribeños no tienen acceso a la protección social y advirtió que la región es una zona altamente vulnerable al cambio climático, pese a que contribuye sólo con el 12% de las emisiones globales.
En esa línea, recordó que los costos de los desastres naturales en la región entre 1970 y 2017 alcanzaron los 258 mil millones de dólares y que la temporada de huracanes en las islas afectadas significó un costo que supera los 50 puntos del PIB.
La máxima representante de la CEPAL afirmó que en la existencia y la profundización de la desigualdad existe una corresponsabilidad entre el Estado, el mercado y también la sociedad.
Añadió que el desencanto imperante “nos ha llevado a una fragmentación, a un individualismo, a desunirnos y a dejar de construir un proyecto colectivo” que se debe retomar.