El papa Francisco presidió  la misa del Domingo de Ramos celebrada la mañana de este 2 de abril en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.

Esta es su primera aparición pública tras ser dado de alta el sábado del Hospital Gemelli de Roma, donde estuvo internado durante tres días por una infección pulmonar.

El pontífice pronunció su homilía ante unos 60.000 católicos que asistieron a la celebración, construyendo su reflexión en torno a la frase bíblica «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?», recoge Vatican News.

Francisco reflexionó sobre el sufrimiento de Jesús, y remarcó que padeció en cuerpo, alma y espíritu, siendo el más lacerante el sufrimiento espiritual.

«Cristo experimentó el abandono para no dejarnos presa de la desesperación, para permanecer siempre a nuestro lado», dijo el pontífice a los feligreses.

«Hermanos y hermanas, un amor así, que nos abraza totalmente y hasta el final, puede convertir nuestros corazones de piedra en corazones de carne, y hacerlos capaces de misericordia, de ternura y de compasión», agregó, explicando que Jesucristo, en su abandono, «impulsa a la gente a buscarlo y a amarlo a él y a los que están abandonados».

Por Ericka

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *