Tegucigalpa: Cada año los hondureños conmemoran a sus seres queridos difuntos, por lo que se apersonan a los diferentes cementerios para colocar flores y coronas en sus tumbas.

Aunque debido a la pandemia de la COVID-19, el número de visitantes a estos panteones se ha reducido significativamente, en comparación con años anteriores donde no existía tal crisis.

En estas fechas gran cantidad de vendedores de flores aprovechan la temporada para agenciarse algún dinero producto de las ventas, asimismo, otros ofrecen sus servicios en la limpieza de tumbas.

La población puede acudir con tranquilidad a coronar a sus familiares, ya que cada campo santo cuenta con gran cantidad de efectivos policiales brindando seguridad.

Por Ericka

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