Antibiotico1¿Alguna vez imaginaste que en el suelo se podría encontrar un antibiótico que no sólo ayude a proteger a los seres humanos, sino también a las plantas? Esto es un hecho; En la selva tropical de Los Tuxtlas, en Veracruz, México, científicos encuentran un antibiótico que puede atacar varios tipos de bacterias.

Se ha denominado como “fazolicina” y tiene propiedades únicas, y no sólo será útil para afrontar la resistencia a los antibióticos actuales, sino que se puede usar en la rama de la agricultura, de acuerdo con un artículo publicado en Science Alert.

El compuesto, extraído de los nódulos de la raíz de los frijoles silvestres (Phaseolus vulgaris) es producido por una bacteria simbiótica del suelo que se encarga de fijar el nitrógeno de la tierra y a la vez mantiene y protege la planta, manteniendo alejados a los microbios que pudieran dañarla.
Dicha bacteria pertenece al género de bacterias Rhizobium, que forma nódulos en las raíces de las plantas de frijol. Sin embargo, a diferencia de otros rizobios, esta bacteria particular hallada en México también produce fazolicina.

En la investigación publicada en Nature Communications, el equipo de científicos rusos y estadounidenses detalla que con ayuda de análisis informáticos y bio informáticos, extrajeron, grupos de genes de productos naturales dentro del genoma de la bacteria del frijol silvestre y en su búsqueda encontraron la fazolicina.

«Esperamos mostrar que la bacteria se puede usar como probiótico de plantas, porque la fazolicina evitará que otras bacterias potencialmente dañinas crezcan en el sistema de raíces de plantas de importancia agrícola», comentó Konstantin Severinov, uno de los autores del estudio, en un comunicado de la Universidad Rutgers. Esto protegería las raíces de frijoles, guisantes, garbanzos, lentejas, cacahuetes y soya, entre otras plantas.

El hallazgo abre las puertas a una nueva variedad de medicamentos.
“Los productos naturales de origen bacteriano y fúngico sirven como la fuente predominante de nuevos compuestos con diversas actividades funcionales de alta demanda en la lucha contra la creciente resistencia a los antibióticos y el cáncer”, señala el estudio.

Por Ericka

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