Tegucigalpa, Honduras: El músico trovador carismático Guillermo Anderson fue despedido este lunes al son de los tambores por parte de la comunidad Garífuna que toco sus instrumentos en medio de centenares de personas entre amigos, familiares y periodistas.
Antes de llegar a su última morada el cuerpo del cantante fue llevado por las calles de La Ceiba hasta el cementerio privado Jardines de Paz, donde músicos y amigos como los cantantes moisés Canelo y Pilo Tejeda dieron sus palabras de despedida.
“Amigo ahora mismo quisiera decirte tantas cosas, tu mayor pasión fue Honduras y es emocionante saber que con tus canciones muchos conocieron las bellezas de tu país, pero tu mayor legado fue ser modelo de ser humano que nos impulsa a ser mejores” expreso muy condolido Canelo.
Por su parte Pilo Tejeda menciono que “los hondureños tenemos una deuda con Guillermo porque no se le dio en vida la importancia que se merecía” a su criterio no hay que esperar que alguien muera para reconocer su talento.
Y es que Guillermo Anderson fue un artista original con su guitarra en hombro y una sonrisa amigable, su repertorio musical siempre plagado de alegría propios de la ciudad que lo vio nacer La Ceiba donde se fusionan diferentes culturas y ritmos.
Su música igual que él es única, mezcla de instrumentos garífunas que emiten diferentes sonidos que Anderson como buen músico supo mesclar de una manera diferente.
El encarguito y en mi País sin duda fueron de sus canciones más conocidas, sin embargo Anderson grabo otras melodías que canto en sus conciertos en varios países de Europa Asia y América del sur
Entre ellas Por Esa Negra, Pobre Marinero, Cuando llega el Carnaval, Alo Mama, Llevarte al Mar, melodías muy hermosas llenas de energía, sabor y encanto propias del caribe.
Y es que el maestro le canto a la naturaleza al amor a la alegría a los niños, y los problemas de la vida, con gracia y talento por ello se ha ganado un lugar en la historia cultural del país